La terapia del bosque es una tendencia creciente en Japón en la que la gente busca activamente la naturaleza, especialmente los bosques, para ayudar a aliviar diversas dolencias y mejorar la salud. Los médicos creen que hay beneficios no reconocidos de los bosques que podrían mejorar drásticamente nuestra salud, ya sea simplemente para facilitar la relajación y con ello reducir el estrés o incluso para ayudar a combatir o prevenir el cáncer. Aunque todavía queda mucho por investigar, los científicos y los médicos ya se han ocupado de probar sus resultados en este apasionante campo.
Aunque la mayor parte de la investigación se lleva a cabo en bosques reales, algunos incluso están intentando reproducir los resultados en interiores, mediante el uso de trozos de madera natural y aceites de aromaterapia de pino, para simular la experiencia del bosque en zonas urbanas.
La ciencia detrás de esto
Todos sabemos que la vida urbana es una construcción muy moderna y que nuestro cuerpo suele estar mejor en entornos naturales. Las ciudades se esfuerzan por mejorar nuestra calidad de vida incluyendo espacios verdes en nuestros entornos urbanos, pero ¿qué tiene un retiro en el bosque que nos ayuda tanto?
La clave de la terapia forestal es un pequeño compuesto, descubierto por primera vez por un científico ruso, llamado fitoncida. Se trata de un compuesto emitido por las plantas que ayuda a prevenir la putrefacción de las mismas. También se sabe que ahuyenta a pequeños organismos, como las bacterias, y mantienen las plantas sanas. Aunque los fitoncidas pueden encontrarse fuera de los bosques, la combinación de paisajes, variedad de plantas y conexión con la naturaleza, entre otras cosas, ayuda a construir las bases de la terapia del bosque.