Indicaciones
Se ha sugerido que exponerse a cantidades limitadas de radón para obtener beneficios para la salud mejora las enfermedades autoinmunes como la artritis, además de dar energía y vigor al cuerpo. Para algunos pacientes, también se ha demostrado que alivia eficazmente el dolor de la artritis o los problemas de las articulaciones, permitiendo a los enfermos dejar de usar la medicación durante meses y proporcionando así un alivio de los efectos secundarios médicos, así como de la carga económica.
Algunos científicos sugieren que el radón puede tener efectivamente beneficios para la salud debido al fenómeno de la hormesis, en el que pequeñas cantidades de estrés en el cuerpo, por ejemplo, mediante radiación química, calor o ionizante, pueden estimular el sistema inmunológico y tener un efecto beneficioso, aunque dosis más altas de la misma sustancia química o radiación serían perjudiciales. Se ha demostrado que las dosis bajas estimulan el crecimiento, la reparación del ADN y la acción antioxidante, así como la respuesta inmunológica. Se prescribe una dosis específica de radiación según la indicación.
Indicaciones típicas:
- Artritis
- Reumatismo
- Enfermedades articulares degenerativas (artrosis)
- Neuralgia, neuritis, polineuropatías
- Esclerodermia
- Esclerosis múltiple
- Consecuencias crónicas de lesiones por accidentes y deportes
- Síntomas postoperatorios
- Fibromialgia
- Psoriasis
- Neurodermatitis
Contraindicaciones
Una terapia con radón no es adecuada para embarazadas, niños y adolescentes, así como en caso de padecer hipertiroidismo. Si se ha recuperado satisfactoriamente de un tumor maligno y se ha sometido a quimioterapia, inmunoterapia o radioterapia, debe transcurrir al menos 1 año entre la finalización del tratamiento y la terapia con radón.