Las aguas termales en Hungría son ricas en minerales. Esto hace que un tratamiento termal en Hungría no sólo aporte relajación, sino que también tenga un efecto analgésico y curativo. El agua termal húngara es agua subterránea natural y mineralizada con una temperatura de aprox. 30°C, mientras que en otros países europeos es de 20°C. Tan sólo el agua cuyo efecto curativo ha sido médicamente probado puede llevar el nombre de agua termal.
El agua de los manantiales húngaros regenera, estimula y activa el cuerpo. Al mismo tiempo, un baño en una fuente termal tiene un efecto profundamente relajante, sobre todo en los músculos. Dependiendo del agua y de la región, la proporción de minerales e ingredientes naturales varía. Debido a su alto contenido en minerales, el agua y el barro de turba del lago termal de Heviz son ideales, por ejemplo, para tratar el reumatismo, la osteoporosis o problemas de la columna vertebral. Otros baños termales se utilizan para tratar la inflamación o problemas de piel.
Un tratamiento termal es particularmente recomendado si sufre estrés en su vida diaria y quiere desconectar. Un baño en aguas terapéuticas puede incluso ayudar a prevenir el burn-out. Unas vacaciones termales en Hungría le proporcionarán también grandes beneficios al sistema inmunológico y a la circulación de la sangre. Otras indicaciones son la diabetes, los trastornos metabólicos, las alergias y las enfermedades de la piel, el reumatismo y las dolencias articulares, las enfermedades de la columna vertebral, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias y las enfermedades psicosomáticas.