Uno de los médicos más importantes de la antigüedad, Hipócrates de Kos, reconoció el beneficioso efecto del clima estimulante sobre los seres humanos. Tuvo éxito en el tratamiento del reumatismo y la ciática.
En la Edad Media, sin embargo, estos conocimientos cayeron en el olvido. En 1750, el médico inglés Richard Russel curó varias enfermedades de la piel con la ayuda de las algas e incluso aconsejó a sus pacientes beber agua de mar, algo que hoy en día ya no se recomienda.
En 1793, los tratamientos curativos llegaron a Alemania. Con Heiligendamm se fundó el primer balneario alemán del mar Báltico, donde médicos como el profesor Samuel Gottlieb Vogel trataron enfermedades como el reumatismo y las erupciones cutáneas e investigaron el efecto del agua de mar. Hoy en día, los tratamientos talaso son parte integrante de muchas ofertas de bienestar.